Para hacer esta ruta partimos de Cortijos Nuevos, núcleo de población céntrico en el Parque Natural y con un buen nivel de servicios. Salimos, inicialmente, en dirección a la Puerta de Segura y a cuatro kilómetros aproximadamente nos desviamos a la derecha en dirección a Segura de la Sierra. Pasaremos por varias aldeas y cortijos típicos del Parque Natural, donde todavía se respira el ambiente autentico y tranquilo de la cultura tradicional; Rihornos, El Batan, Trujala... finalmente después de un fuerte ascenso al tiempo que vamos divisando el Monte Yelmo (1.808 m.), a nuestra derecha, llegaremos a Segura de la Sierra (ver descripción detallada en la ruta nº 4) Atravesamos el pueblo y la carretera ahora serpentea en un ascenso lento rodeada de espléndidos bosques, divisamos profundos valles salpicados raramente por cortijos, quizás deshabitados ya.
Un cruce de carreteras nos indica que hemos llegado a la cumbre, nos desviamos a la izquierda en dirección a Siles. Bordeando la falda del monte Navalperal un poco mas adelante, a 1 Km, encontramos el desvío a la izquierda de la casa forestal de las Acebeas. ¡Sitio de parada recomendada!, para hacer la subida al Navalperal (ver descripción en las rutas de senderismo) ó solo para pasear un momento por este bello bosque de acebos, avellanos y helechos, donde la luz se filtra entre la copa de los pinos lariciós produciendo sensaciones únicas y por largo tiempo recordadas.
La carretera ahora desciende por un bosque muy húmedo, donde la diversidad de especies vegetales es la nota dominante, llegamos a la Peña del Olivar y si es verano un buen baño nos reconfortara antes de continuar la ruta en dirección a Siles, residencia de Don Rodrigo Manrique, antigua comendador de Segura y padre del conocido poeta Jorge Manrique. Pasado el pueblo, él ultimo de la provincia de Jaén, cogemos la carretera que va a Riopar, salimos un poco mas adelante del Parque Natural y a 19 Km de Siles, a la derecha, encontramos el desvío al nacimiento del Río Mundo.
Grandiosidad es quizás el mejor adjetivo para describir este paraje, en un amplio circo de roca, desde lo alto de una de sus paredes se despeñan las primeras aguas de este río. Divididas en finas gotas caen como lluvia sobre la roca, justo al lado de donde nosotros nos podemos situar. En primavera el caudal es mas abundante pero es en verano cuando mejor podemos disfrutar de esta lluvia sonora que nos refresca el alma.
Es conveniente realizar esta visita en un momento en que no se prevea la llegada de demasiados visitantes, el paraje tiende a masificarse en ciertas épocas del año. Después de disfrutar también de los primeros metros del curso de este rió, una vez que el agua se agrupa formando pequeños remansos, cascadas y alimenta una vegetación de ribera donde podemos apreciar la vida en estado puro, volveremos por la misma carretera hasta Siles.
